domingo, 21 de octubre de 2007

¿Nos equivocamos acertadamente? Parte 1

Por Carlos Arquieta

Hace algunos meses, después de un largo tiempo sin trabajar debido a un pequeño accidente que había tenido, me disponía a salir de mi casa a tomar el camión que me llevaría a la empresa donde trabajo. Era un día tranquilo, aunque no niego que sentía un poco de nerviosismo al regresar de nuevo a la rutina. Pensamientos como: ¿y si olvide como hacer ciertos procedimientos?, ¿y si no tengo un buen desempeño?, esas ideas cruzaban por mi mente; sin embargo les fui restando importancia mientras transcurría la mañana.

Cuando salí de mi casa, y ya después de haber cerrado todos los candados, noté que había olvidado mi pluma y hojas donde realizar mis apuntes, lo cual me molestó de cierta manera. Entré a la casa, tomé los ya dichos objetos, y de nuevo salí para ahora sí llegar a la parada del camión. Después de un tiempo, el tan esperado (¿o no tan esperado?) medio de transporte llegó. Me senté tranquilamente cerca de una ventana, y seguí mi camino. Cual grande fue mi sorpresa que al ya haber avanzado aproximadamente 10 cuadras, había olvidado algo vitalmente necesario: el gafete con el que se me permitía entrar a la empresa. No podía hacer nada mas que bajarme inmediatamente y de mala gana del camión, pues sin ese pedazo de plástico que había olvidado no podía entrar a la empresa. Así, tuve que regresarme en otro camión, llegar a la casa por el gafete, tomar otro camión, y acabar llegando a la empresa como quien diría “raspando”. La pregunta sería: ¿en verdad quería yo ir a trabajar después de tanto tiempo de estar inactivo?

Días atrás había empezado a leer la obra de Freud: “Introducción al psicoanálisis: Los actos fallidos y los sueños”, y analizando la situación por la que pasé ese día, me dispongo a describir en este estudio uno de los fenómenos tratados en esa obra: los actos fallidos o equivocaciones.

¿Es importante un análisis sobre los actos fallidos?

“Comenzaremos esta segunda lección no con la exposición de nuevas hipótesis, sino con una investigación, eligiendo como objeto de la misma determinados fenómenos muy frecuentes y conocidos, pero insuficientemente apreciados, que no pueden considerarse como producto de un estado patológico, puesto que son observables en toda persona normal. Son estos fenómenos aquellos a los que nosotros damos el nombre de funciones fallidas o actos fallidos”.

Es con este párrafo con el que inicia el segundo capítulo de la ya citada obra del Padre del psicoanálisis, S. Freud. ¿Por qué se le dará tan poca importancia a un acto tan insignificante, a un pequeño error? Sonaría lógico que se le diera tan poca o nula importancia. En nuestros días no nos parece raro que alguien se equivoque u olvide algo, y usamos muy frecuentemente la tan conocida frase “es de humanos equivocarse”, por lo que se ve en el acto fallido una función normal, sin importancia o falta de complejidad psíquica. Sin embargo, un acto fallido nos presenta una importante descripción del funcionamiento psìquico a nivel inconsciente y consciente. Es por esto que es tan importante analizar esas funciones en apariencia simples.

Un sujeto ajeno al psicoanálisis diría que un análisis de los actos fallidos no es necesario, pues son únicamente producto de la casualidad. Pero consideremos lo que argumenta Freud: “¿Mas qué es lo que con esta frase quiere significar? ¿Querrá acaso afirmar que existen sucesos tan insignificantes que se encuentran fuera del encadenamiento de la fenomenologìa universal y que lo mismo hubieran podido o no producirse? Pero el romper de este modo el determinado natural, aunque sea en un sólo punto, trastornaría toda la concepción científica del mundo.” Recordemos que la ciencia busca ante todo la explicación de los fenómenos en el universo, y el que exista algo que no debe explicarse pues es casual, iría en contra de la misma ciencia. Pensemos en este argumento y decidamos si dar o no importancia al acto fallido.

Quienes decidan continuar con el estudio, esperen la siguiente entrada, donde se describirá la definición de un acto fallido, los diferentes tipos que existen, así como los motivos por los que se presentan y su papel en el psiquismo del sujeto psicológico. Agradezco de antemano sus comentarios.

Bibliografía:


Obras completas de Freud, tomo IV: Introducción al psicoanálisis-I Los actos fallidos y los sueños. Traducción directa del alemán de Luis López-Ballesteros y de Torres. Editorial Iztaccihuatl. México (1980).

viernes, 19 de octubre de 2007

Un inicio...

Aquí estoy en una noche de viernes, escribiendo las primeras palabras de algo que considero será un interesante espacio. Un espacio para la difusión de ideas sobre una de las más grandes creaciones de la mente humana: el psicoanálisis.

Invito a todos aquellos interesados en tan puro conocimiento a plasmar sus ideas y opiniones sobre los temas aquí tratados. Estudiantes, profesores y publico en general pueden aportar conocimiento o hacer preguntas sobre la serie de temas de los que se hablará cada semana.
Es cierto que me veo en una posición un tanto complicada al ser yo estudiante de psicología, y no ser un psicoanalista consumado, mas tomo el riesgo debido a que es un tema del que me apasiona hablar. Cabe aclarar que todo contenido aquí descrito estará sustentado en bases teóricas sólidas; se especificará la bibliografía utilizada. Aun y eso, también daré algunas opiniones al respecto de los temas.

Además de ser un espacio abierto a la discusión, también permitirá a estudiantes de licenciatura llegar a una comprensión más profunda sobre temas que sean vistos a través de la carrera.

Concluyo invitándoles a proponer temas de discusión, sus aportaciones serán bien vistas y tomadas muy en cuenta. Estoy seguro que con la ayuda de todos, lograremos llegar al conocimiento del mundo psíquico, al conocimiento de la mente, y simplemente desarrollando algunos “Estudios sobre psicoanálisis”.